Somos dos;
Está mi vida en aquel sitio que nadie quiere nombrar, donde las paredes se alzan cual estructura preparada para poder soportar golpes, donde expresarte está mal visto.
Distraigo mi mirada viendo la hora pasar, le miro, me mira y nos reimos.. Entonces es cuando me doy cuenta de que con una sola mirada consigue pedirme una fuga instantanea, el crimen perfecto.
Y corremos, corremos como si no hubiese mañana, rompemos los cristales, quemamos los libros, encendemos las sonrisas, gritamos calle abajo y llegamos a donde nadie nunca lograría atraparnos.
Suena un timbre, me despierto con mis cabellos tapándome la vista e intento calmar el parpadeo incesante de mis ojos, me salen lágrimas por dentro.. yo sigo ahí, ¿pero y él? ¿dónde está él?
Él no está, nunca estubo.
Luego está mi otra vida, ¡qué ganas de tumbar el paraiso!
Fiesta, gente, bebidas, playa, discoteca, música, comida, bailes, saltos, nos sentamos, nos levantamos, caminamos, corremos, sonreimos, gritamos, nos escapamos, volvemos, agarramos nuestras manos, nos enfadamos y luego volvemos a bailar.. Siente la libertad.
Entonces es cuando frenas, llega la hora de volver, te gritan y no tienes más remedio que sumirte en una amarga pelea.. Y ahí estás, en el suelo, recostada contra la pared y con un golpe en la cara, te miras al espejo y lo único que das es pena.
Baila marioneta, la función acaba de empezar.
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