No hay explicación razonable e incluso la locura no ayuda en estos casos, si... en esos casos en los que pasas las 24h. del día pensando... Pero no pensando en una cosa cualquiera, sino en una en especial.
Esa persona que está tan lejos de ti, pero que deseas con todas las fuerzas inimaginables del mundo que esté a tu lado, dándote el cariño inmenso que te da sin dudar ni un momento, mirándote a los ojos con esa mirada empalagosa que solo él sabe, hablandote con esa voz y asumiendo completamente que eres real.
Diciendote miles de cosas, alguna mentira pero creyéndoles todas y cada una de ellas, amándole de una forma particular, una con la que nunca habrías imaginado poder amar, pero que ésta vez es lo que hace que tu corazón palpite animado, que puedas ver la luz de la mañana y escuchar el canto de cada pajaro en tu ventana, el poder salir a la calle y correr pensando, pensando ... ¿Pensando en qué?
En él.
El querer como si no hubiese mañana, eso hace que el mundo de una vida siga girando... y girando...Solo hace falta... Abrir el corazón, porque es el mejor maestro que puede hacernos llegar a la verdad más profunda...
